Tarima clavada y tarima de exterior
La tarima clavada es un sistema de pavimentos de madera de los más antiguos por no decir el más. Consiste en la colocación de elementos de madera de unas determinadas dimensiones que clavados sobre unas piezas de madera llamados rastreles, se forma un pavimento estable y decorativo.
Por la complejidad del sistema no pocos son los profesionales dedicados a los suelos de madera que no trabajan este sistema de pavimento.
Los pasos para realizar estos entarimados consisten en: en primer lugar saber el diseño y el dibujo que queremos, ya sea en espiga, punta hungría, en linea con sus variedades, formando cuadros, etc. y luego, que estén enmarcados por fajas, junquillos de otras maderas...
De este diseño dependerá la forma de realizar el enrastrelado ya que cuando vayamos a colocar la tarima, precisamos que apoye en los rastreles para clavarla. Una vez que tenemos el enrastrelado preparado y atado lo nivelaremos y lo fijaremos al forjado bien con sistema en húmedo, es decir, con mortero preferentemente de cemento, o en seco con tacos y tornilleria, tacos de expansión, pegados con adhesivos específicos etc. También comprobaremos la humedad del soporte sobre todo si hemos empleado el sistema de fijación en húmedo (no colocaremos nunca ningún parquet o tarima con un grado de humedad en el soporte superior a lo establecido), y una vez que podamos instalar la madera la iremos clavando según el diseño predeterminado.
Tarima de exterior
Sin embargo, la tarima de exterior es algo más novedosa. Es uno de los pavimentos más decorativos que podemos instalar en nuestras terrazas, piscinas, patios, etc.. La forma de instalarla es generalmente sobre rastreles sujetos a la base o sobre rastreles flotantes (no fijados), Las tablas se fijan a los rastreles con unas grapas o pastillas fabricadas para este fin. Los rastreles pueden ser de madera tratada o de alguna especie de madera con unas características muy concretas. La elección de la especie de madera que instalaremos es de suma importancia, pues no todas son idóneas para este tipo de instalación.
Una de las características de estas tarimas es que necesitan un mantenimiento cada cierto tiempo, ajuste de grapas, aceitado, dependiendo del acabado que apliquemos (aceites, lasures, etc..). Esto no tenemos que mirarlo como un inconveniente, si no todo lo contrario, gracias a este mantenimiento podremos disfrutar de nuestro suelo por muchos años en unas condiciones tan optimas como el primer día.
Como vengo comentando para la elección de la especie lo mejor es que consultemos a un profesional, que haga un pequeño estudio del lugar, las condiciones climáticas, la pluviometría, forma de colocación, para que así nuestra elección sea la más apropiada.
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