Uno de los mayores problemas con los que nos encontramos cuando renovamos un parquet instalado y barnizado hace años, es que en muchas ocasiones no se ha mantenido de la manera más adecuada en cuanto a humedad pues las mermas se hacen notar con aberturas entre tablas. Tampoco sabemos los productos que han empleado para su limpieza o para intentar sacar brillo donde no había. Esos productos se introducen en la madera y la contaminan (ceras, siliconas, etc.. ). Cuando aplicamos el barniz nuevo producen lo que en el gremio llamamos “cráteres”, “ojos”, que no es otra cosa que la retracción del barniz, que eso da un aspecto de piel de naranja cuando es muy acusado. El tratamiento para evitarlo es muy laborioso y costoso.
La manera de lijar un parquet es cosa de cada profesional, no hay una forma genérica para ello y cada uno lo hace con arreglo a su experiencia y según el estado en que se encuentre el suelo y el diseño que tenga. Lo que sí hacemos todos es pasar varias lijas de distintos grosores de grano hasta conseguir un lijado fino y apto para barnizar.
Hoy día tenemos en el mercado varios tipos de barniz como los de Urea-Formol, Poliuretanos al agua, Poliuretanos al disolvente. Estos últimos los encontramos que tienen distintos grados de brillo, desde mate a súper brillo, depende del gusto del cliente elegiremos el más adecuado para su vivienda.